domingo, 23 de diciembre de 2012

Meat Puppets en Santander

Ayer por la tarde cogimos el coche dirección Santander para ver a los Meat Puppets. Yo estaba muerta no, lo siguiente, pero no me costó decidirme en absoluto. Los Meat Puppets de Phoenix, por dios... a poco más de una hora de casa... y con entrada libre (???!). Vamos, que a veces pagas para ver conciertos que acaban siendo buenillos, pasables, etc... y resulta que para ver a un grupo básico en el devenir del rock y que encima no ha pisado España en 33 años de carrera no hay que abonar más que la cerveza. No entiendo nada.

Pues demos gracias a mi querido sello Houston Party, a Delfuego Booking y a la Fundación Santander Creativa, que puso a disposición del Festival "El Gordo" (por aquello de que es gratuito) las instalaciones del Escenario Santander en el parque de Las Llamas. Un sitio ideal para actuaciones de todo tipo, una acústica genial, unos baños (tengo que decirlo) impecables... vamos, una delicia. Aunque tengo que reconocer que, si no me llega a recibir el propio Shandon Sahm (el batería) en la recepción, habría pensado que en vez del día de la lotería era el de los inocentes. Aparte de él, ante su ordenador, y de otro tipo del equipo que leía el periódico, no había casi nadie en un parque inmenso, moderno y chulísimo situado tras el estadio del Racing y un pelín inquietante a esas horas. Poquita gente para ver a los leoneses Art and Beauty, una baterista y un guitarra que con poco hacen mucho, adaptando a grandes añejos del blues y renovando como pocos esas esencias que van desde lo apalachesco hasta lo puramente rock. De lo mejor que me he encontrado últimamente. Y luego llegó El Meister (o Javier Vielba de Corizonas, el hombre que lleva desde el 95 con ese proyecto en solitario) con su camiseta pintada a mano a modo de homenaje a uno de los discos de los Meat Puppets (no distinguí cuál, sorry). Musicazo y showman (tanto como sus colegas de Los Coronas y Arizona Baby) que me mató con su versión del Si no fuera porque de Cecilia. Tremendo.

Hay que reconocer que el recinto ya estaba más lleno con El Meister, pero en general, sobró algo de sitio para ver a los Meat Puppets. Mejor que mejor para los que estábamos allí, pero a ver, no. Me hice 100 kms pensando que igual no podía entrar por temas de aforo y luego resulta que parece que da igual que estemos, como bien nos recuerdan en Rock de Lux, ante una de las dos únicas bandas de la seminal nómina de SST Records (Minutemen, Black Flag, Sonic Youth, Hüsker Dü, Screaming Trees) que han permanecido en activo. ¿La otra? Dinosaur Jr. Y por cierto, había muchas, pero que muchas chicas. Para que luego digan. 

Y bueno, que me enrollo, un concierto que recordaré siempre (me iba a poner yo a escribir un post si no), electrizante, que aunó todo lo que me gusta del mundo de la música, es decir, jolgorio, bailoteo, ruido, melodía, reflexión, distorsión, ritmo y transgresión. Otra vez los pelos de punta; otra vez esa emoción inicial que enseguida se transforma en complicidad con el grupo, que mostraba todo su poderío; otra vez la fuerza de la veteranía... lo necesito cada cierto tiempo, de lo contrario me siento una vulgar miraconciertos que solo se dedica a analizar. Momentos post-punk, psychobillies, noisies, hasta rancheros me atrevería a decir. Difícil mezcla que únicamente gente como esta puede batir bien y que no queden grumos, madre mía... Abrieron con su Lake of Fire, y mira que yo pensaba que iban a huir de todo perfume nirvanítico... pues no, fuera complejos, cayó todo lo que tenía que caer, sin dejar ninguna reminiscencia fuera del saco, ni siquiera la de los Beach Boys (Sloop John B me sonó más navideña que nunca-!!!). No llevaban setlist ni falta que les hacía, pero por lo que veo, sus bolos por Spain han sido parecidísimos en cuanto a actitud de la audiencia y temas interpretados, como podéis comprobar en esa crítica más exhaustiva del evento de Madrid y con la que estoy totalmente de acuerdo.

Maravillada. El más canalla, el bajista Cris Kirkwood, se quedó encantado con el público y, jeje, con las tres jóvenes bailongas de la primera fila que no pararon en todo el concierto; así me gusta. Para rematar una fiesta más que perfecta, no faltó el paseíllo de un seguidor con camiseta ramonera que se subió al escenario ante la atenta mirada del hermano mayor, Curt. Elmo, el virtuosísimo chaval de la guitarra rosa, resultó ser su hijo.

La foto es malísima, lo sé; soy más de llevarme el recuerdo en la mente. Es horrorosa pero... ahhh... ¡haber ido! ;)

3 comentarios:

  1. aqui Nacho de Art & Beauty, gracias por tus palabras, así da gusto, los Meat Puppets GRATIS y con un público que controla de rock, un placer tocar para una persona capaz de escribir un texto tan cojonudo. saludos!

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  2. Lo que fue un gusto fue veros a todos vosotros en una cita que para mí ya es histórica. La verdad es que hay gente que está currando mucho para conseguir ayudas públicas para este tipo de conciertos; una maravilla en los tiempos que corren. Os seguiré la pista, Art & Beauty, ¡muchas gracias! ;)

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