martes, 30 de abril de 2019

¿Es muy caro viajar a Maldivas? ¿y surfear? ¿hay mosquitos?

Viajar al paraíso de las islas Maldivas... barato no es; ten en cuenta que estamos muy lejos y que de primeras nos tendremos que ir hasta la T4 del aeropuerto de Madrid para conseguir el mejor de los precios, siempre tras rastrear un montón. Los vuelos a Maldivas (o cercanos a su capital, Malé) son bastante caros: será muy difícil que bajen de los 650 euros y supermegafácil que ronden los 1.200, pero no hay que desesperar.

Los vuelos más cómodos desde Madrid los operan Qatar y Emirates Airways con una calidad de vuelo excelente, y también tenemos la opción de volar desde Milán o Roma con Alitalia (los italianos fueron los máximos descubridores del potencial turístico este enorme archipiélago que me ha enamorado). También está la opción de visitar India o Sri Lanka (veremos como evoluciona el estado de alarma en la que, pese a los tristes atentados, sigue siendo "la perla del Índico") y contratar un vuelo mucho más económico desde estos países.

Impacto absoluto desde el avión

Nunca antes me había puesto seria con esto de viajar a Maldivas; es uno de esos destinos que se cita en broma cuando sueñas con que te toque la lotería, como Bora Bora o las Bahamas. Pero resulta que estas islas ofrecen muchas más opciones que dormir en la más lujosa de las water-villas, cosa que yo no supe hasta visitar OM Viajes y Relatos, un blog muy cuidado a cargo de otra enamorada de este collar de atolones. En él da muy buenos consejos para viajar allí de forma mucho más asequible, pero lo más importante es saber que, aparte de esos complejos turísticos que parecen diseñados solo para los actores mejor pagados de Hollywood, existen bastantes "islas-pueblo" que cuentan con guest houses o "humildes" hoteles de 3 estrellas (en los que al final duermes mejor que en establecimientos de la cadena Sheraton o Hilton; a mí me ha pasado más de una vez y mi hogarcito en Maldivas no ha sido una excepción).



Eso sí, las islas locales son para almas aventureras. Si no lo eres, invierte más en tu viaje y vete a un resort. La mayoría de las casas de huéspedes recomendadas por los usuarios en las típicas webs de reservas son muy limpias, pero recuerda: vas a vivir en un lugar lleno de vegetación y al nivel del mar, así que cuenta con vecinos como salamandritas, iguanitas e incluso cangrejos ermitaños en el patio exterior de tu hotel (bienvenidos además de necesarios porque se comen los insectos, incluidos los dichosos mosquitos que tanto me quieren). He vuelto con seis picaduras-habón, nada que no me haya pasado antes en pueblos de Orduña para abajo, jejeje.

Colgar la ropa y hacer amig@s
Aun así, el tema de los mosquitos no es baladí: en Maldivas, como zona tropical que es, hay riesgo de contraer zika o dengue (en lo que llevamos de año se han contabilizado aproximadamente 1000 casos en todo el país y unos 300 en Malé), aunque según me contó una gran señora maldiva, se trata de estadios poco intensos y sin necesidad de hospitalización (opté por creerla, claro, pero conviene ir correctamente informado sobre esto). De todas maneras, a excepción de lo sucedido en la ciudad, la mayoría de los infectados enfermaron en los llamados outer atolls o atolones más lejanos. En prensa he leído que es un tema que se silencia para no asustar al turismo, pero allí he constatado que, al menos, se fumigan las islas. Sin conseguir eliminar del todo los mosquitos (recordad, estamos en miniselvas), estas acciones ayudan a mantener una cierta higiene en cada municipio, ayudando a que el mosquito hembra no te transmita nada peligroso y tan solo disfrute de tu exótica europeidad por un ratito. Si leéis más opiniones, comprobaréis que este asunto también parece afectar a los resorts.

Resort con hilera de water-villas
A todo esto, me merezco todos los picotazos excepto uno recibido en el codo con una licra de surf puesta (¡y con doble tejido en esa zona!!!). Os explico: me alojé en Thulusdhoo (localidad-selva) y me pasé dos mañanas admirando cómo los ágiles y delgaditos surfistas locales dejaban KO a la famosa ola de Cokes (ellos no lo saben, pero yo los he rebautizado como "serpientes de mar" debido a su pasmosa habilidad) con la misma cantidad de spray antimosquito que usaba para estar en la Bikini beach bajo árboles y palmeras. ¡Ay, amiga! No caí en la cuenta de que la costa frente a Cokes (que ya no es pueblo-selva sino jungla total, iguanas grandes y flamencos incluidos) no es para sentarse y hacer fotos mientras se está en bikini, así que tras salir trasquilada, el día dos me fui con una falda larga y la licra, spray en pies y manos. Tras lo del codo, me embadurné toda la ropa y ya no volvieron.




La última picadura es importante, porque fue paseando por el pueblo. Me echaba repelente todas las tardes tras la ducha y antes de salir. Perfecto. Pero llegó la relajación ab-so-lu-ta maldiviana y... justo cuando pensé que lo tenía todo experimentado y controlado... ¡zas! Cuando más local me sentía la realidad vino a recordarme que no soy más que una vasquita pseudourbana que sin spray repelente no es nada. En serio, haced un buen uso del antimosquitos y disfrutaréis mucho más.

Imagino que el hecho de ir relativamente tapadita también ayuda. Acerté de pleno con ropa ligera y en colores crudos, blancos, grises y azul claro o faldas y pantalones largos, y también camisetas/camisas de manga larga para que no me picaran ni los bichos ni el sol, que es exagerado: puedes quemarte cuando está nublado (esto también sucede aquí, pero no con una buena crema), así que aplica y reaplica protección solar, no queda otra: no he conocido Lorenzo más agresivo ni en Australia. De paso, respetarás también las costumbres locales (Maldivas es un país musulmán en el que impera la ley saria), aunque en las islas-municipio más turísticas sus gentes están acostumbradas de sobra a los shorts y a los tirantes. Es aconsejable que preguntes en tu hotel qué ropa llevar, porque esto que os cuento podría variar de un punto a otro. Lo que nunca debéis hacer es quebrantar la norma de no bañarse en bikini en una playa no acotada para ello. Y que no se me olvide: id bien provistos de crema solar, porque el precio de un bote (al menos en el aeropuerto) no baja de los 45$.


Humilde pero limpia

Y el surf. Cuidado porque aquí puedes gastarte más del doble de lo normal si no te informas bien. Cokes, por ejemplo, es accesible desde la costa, pero no ví a nadie acercarse a la ola Chickens nadando (se va en bote por 10$, 20$ si accedes desde un atolón más lejano). Hay surf camps especializados que incluyen esos traslados en el precio, pero subiendo mucho el coste en el alojamiento general. Cuando elijas tu isla (cuanto más cercana a Malé más se abaratarán los traslados desde el aeropuerto) mira cuáles son los spots más apetecibles para ti (Sultans, Lohis, Jailbreaks, Honkys, Chickens, Cokes... -los "picos" más célebres están prácticamente concentrados en el North Male Atoll-) y la diferencia en que tu hotel incluya el acercarte a la ola en barco con un establecimiento que no lo hace. Los precios de algún surf camp y de los water-villas desde los que se accede directamente a spots me parecieron excesivos; el surf encarece mucho la estancia si no rebuscas. Es lo que va a pasar en Chickens dentro de poco, ya que en su ahora deshabitada isla Kudavillingili (no confundir con Villingili, que está al sur) se está construyendo un resort (espero que acceder en barca siga siendo posible). En cuanto a alquiler de tablas, un precio normal de alquiler/día podría ser de 10$ en el hotel donde pernoctes o de 20$ en otro establecimiento (normalmente el precio va decayendo según cuántos días uses la tabla).



Otro consejo muy válido que me dio Olga de OM Viajes y Relatos es que no hay que enloquecer con los ferrys y traslados. Es dificilísimo encontrar información precisa, así que lo mejor es dar el número de vuelo a tu hotel y que ellos te faciliten los horarios. Tomar un dhoni o ferry local cuesta unos 2$, pero ten en cuenta que lo tendrás que coger en un muelle de Malé, ya que el aeropuerto no está en la capital sino en Hulhumalé, la isla en pleno desarrollo urbanístico en la que en realidad aterrizarás. Tendrás que desplazarte en bote a la ciudad y quizá coger un taxi hasta el dique (en total, entre 6$ y 9$, mejor que los 30$ que vale el speed boat regular que une el aeropuerto con varias islas, aunque el dhoni será muchísimo más lento). Si el horario de tu vuelo no coincide con estas opciones, los trayectos en speed boat privado rondan los 250$, a no ser que en tu guest house reúnan a varios viajeros y paguéis el barquito a escote. En todo caso, dejaos aconsejar por vuestros cicerones.





La rainy season (abril-octubre) acaba de llegar y me ha pillado allí, así que he experimentado la sensación térmica de 42º (hot season) junto a la de... ¿38º? ¿39º C? Las lluvias durante esta temporada son muy frecuentes, pero el aguacero fuerte (muy fuerte) dura un ahora y suele haber dos más de agüilla tipo xirimiri, así que si vas a hacer surf o a nadar y no necesitas que el sol esté presente en todo momento, podrás disfrutar de una temperatura más soportable (no mucho más, no te emociones) y de mejores precios. Ten en cuenta que anochece sobre las 18:00 horas, así que llévate unos buenos libros, también para el avión (o puedes aprovechar las horas de vuelo para escribir un post como este y darnos nuevos consejos).




Pero recuerda: llega el buen tiempo y tenemos la suerte de tener un montón de destinos maravillosos cerca de casa. En Formentera, por ejemplo, no se puede surfear, pero aparte de eso, es un lugar tan estimulante como Maldivas, o me lo parece a mí. Probablemente, tú también tienes tu "isla" o refugio particular, así que... si te es imposible volar a este paraíso, una buena tarde de senderismo con un impresionante paisaje en su tramo final seguro que también servirá.

;)


The inhabitants of the Maldives all Muslim, pious and upright, sound in belief and sincere in thought; their bodies are weak, they are unused to fighting and their armour is prayer. The Indian pirates do not raid or molest them as they have learned from experience that anyone who seizes anything from them speedily meets misfortune. In each island there are beautiful mosques, and most of the their buildings are made of wood. They are very clean and avoid filth; most of them bathe twice a day to cleanse themselves because of the extreme heat there and their profuse perspiration. They make plentiful use of perfumed oils, such as oil of sandalwood.

(Written by the Moroccan traveller Ibn Battuta. He visited Dhibat al Mahal not long after 1342).

ވަކިވެލަން


2 comentarios:

  1. Genial post! y muchas gracias por la mención. Me alegro de que disfrutaras de tu aventura a Maldivas. Abrazo viajero. Olga

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias a ti, Olga, por orientarme al principio de todo esto!

    ResponderEliminar